La economía rusa resultó ser más fuerte que lo que pensaba Occidente, que actualmente sufre el efecto rebote por las sanciones impuestas en contra de Rusia, declaró este martes el presidente ruso, Vladímir Putin, durante el discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento.
«La economía rusa y el sistema de gestión resultaron ser mucho más fuertes que lo que suponían en Occidente», afirmó el mandatario ruso, al señalar que el trabajo conjunto del Gobierno, el Legislativo, el Banco de Rusia, las entidades federales y los empresarios garantizaron «la estabilidad de la situación económica».
Putin recordó que «Occidente desplegó contra nosotros no solo el frente militar e informativo, sino también el económico. Pero no logró ni logrará nada», salvo afectar a su propia economía, pero «como siempre» culpa de eso a Rusia.
«El PIB en 2022 cayó en un 2,1%. Son los datos más recientes. Pero les recordaré que en febrero y marzo del año pasado nos predecían el derrumbe de la economía», señaló, al recordar que Occidente esperaba una caída del 20 al 25% del PIB.
El mandatario recordó que en marzo de 2022 «se lanzó un programa de apoyo a la economía rusa de un billón de rublos» (13.411 millones de dólares) y destacó que el rublo no solo logró estabilizarse de la caída de principios de año pasado, sino que recuperó su valor y es más usado en las transacciones internacionales.
«La participación del rublo ruso en nuestras transacciones internacionales se duplicó en relación a diciembre de 2021 y constituye la tercera parte del total. Junto a las divisas de los países amistosos ya es más de la mitad», dijo.
Sistema de transacciones internacionales
Putin afirmó que Rusia trabajará junto a sus socios en la formación «de un sistema estable y seguro de transacciones internacionales, independiente del dólar y de otras divisas occidentales».
En ese sentido, llamó a concentrar el trabajo del Gobierno en «ampliar las relaciones económicas exteriores y crear nuevos corredores logísticos», entre los que citó la ampliación de la autopista Moscú-Kazán hasta Yekaterimburgo, Cheliábinsk, Tiumén, y más adelante, hacia el océano Pacífico, Mongolia y China.
«Esto ampliará considerablemente nuestras relaciones económicas con los mercados del sudeste asiático», indicó.
Además, adelantó que se desarrollarán los puertos del mar Negro y de Azov y el corredor internacional «Norte-Sur», lo cual «abrirá nuevas rutas para la cooperación con la India, Irán, Pakistán, los países del Medio Oriente».
Sin embargo, también miró hacia adentro para recabar las reservas necesarias para el desarrollo del país.
«En todas partes del mundo una fuente importante de los recursos para las inversiones son los ahorros a largo plazo de los ciudadanos. Y también debemos estimular el flujo de estos a la esfera de las inversiones», afirmó, al llamar al Gobierno ruso a tramitar a nivel legal los correspondientes programas.
El mandatario aseguró que Rusia ha entrado «en un nuevo ciclo de crecimiento económico» cualitativamente diferente al anterior, con nuevos mercados y nuevas bases científicas, tecnológicas y humanas.
«No se tratará de suministros de materias primas al extranjero, sino de la producción de mercancías con alto valor agregado. Esto permitirá descubrir el enorme potencial de Rusia en todas las esferas y ramas», dijo.
Asimismo, ordenó una nueva subida en un 10% del salario mínimo en el país a partir del 1 de enero de 2024.
«Propongo que a partir del 1 de enero del próximo año, además del aumento previsto, se lleve a cabo otro aumento, en un 10% adicional. Así, el salario mínimo aumentará un 18,5% hasta 19.242 rublos (unos 257 dólares)», dijo el jefe del Kremlin.
Putin señaló que el año pasado el salario mínimo subió en dos ocasiones en total en casi un 20%.
Fuente: EFE