Reapertura comercial: Una gran oportunidad para Colombia y Venezuela
José Grasso Vecchio.- Más allá de las buenas relaciones diplomáticas y políticas, el comercio internacional potencia el crecimiento de las economías y el bienestar de sus pueblos, en particular cuando ambas economías tienen complementariedades.
Para entender las potencialidades que se pueden abrir para Venezuela en esta nueva fase de la apertura de la frontera y la reanudación de las relaciones diplomáticas, es importante pasar revista a la situación económica de Colombia, observando sus principales indicadores.
Durante las década de los setenta y ochenta Colombia registró un proceso de inflación crónica con alzas de precios anuales que raras veces bajaban del 25% anual, alimentada esa tendencia por la política de ajuste graduales del tipo de cambio que implementó el gobierno y el Banco de la República (Banco Central) para procurar ganar competitividad y favorecer las exportaciones. Sin embargo, a comienzos de los noventa con las reformas económicas el Banco Central priorizó la lucha contra la inflación y esta comenzó a disminuir hasta alcanzar un dígito.
Como referencia puede mencionarse que en 2019 la tasa anual de inflación fue apenas 3,8% y en 2020 1,6% para luego subir a 5,6% en 2021 y escalar hasta 13,1% en 2022 en medio de un proceso inflacionario a nivel global. Se espera que este año 2023 la inflación se reduzca de manera apreciable.
En cuanto al crecimiento económico, luego de la fuerte contracción con motivo de la pandemia en 2020 cuando el PIB cayó 7%, en 2021 la actividad económica se expandió 10,7% y se espera un aumento de 7% para 2022 aunque según el FMI se estima una desaceleración para el año en curso. Todo ello sugiere que Colombia es una economía en crecimiento.
Llama poderosamente la atención el nivel de apertura al comercio internacional por parte de Colombia. Entre 2022 y 2019 las exportaciones crecieron 20% (influidas por el petróleo entre otros bienes) y las importaciones 11%. No obstante estas cifras, la cuenta corriente de la balanza de pagos denotó en 2022 un déficit que fue cubierto con entradas de capitales. Así, la inversión extranjera directa (exceptuando petróleo) que en 2021 alcanzó a US$ 8.646 millones en 2022 se situó en cerca de US$ 12.500 millones.
Todo ello sugiere el dinamismo que mantiene la economía colombiana, en medio de las dificultades que coyunturalmente encaran todos los países. De allí que para los empresarios venezolanos, Colombia representa una oportunidad para ensanchar sus mercados e inversiones y también para abastecerse de materias primas y bienes finales e intermedios que Colombia produce y exporta de forma competitiva. Con importaciones colombianas aumentado pronunciadamente anualmente, Venezuela debe aprovechar su localización geográfica y otras ventajas para entrar con determinación y beneficiarse de un poder de compra en ascenso.
Para hacer esto posible hay que trabajar las relaciones comerciales y políticas, fortalecer las alianzas empresariales en todos los sectores y especialmente procurar cierta coordinación económica en materia de tipos de cambio, medios y sistemas de pagos.
Lo cierto es que la reapertura de la frontera es un ganar-ganar para ambas naciones pudiéndose aprovechar las complementariedades de sus economías y las cercanías.
Abogado Universidad Católica Andrés Bello. Master en Derecho Comparado Southern Methodist University Dallas Texas; Advanced Management for Bankers Wharton School en Philadelphia. Inició su carrera bancaria en 1976, con más de 40 años de experiencia bancaria. Ha ocupado diversos cargos gerenciales y de dirección en importantes instituciones. Fundador y presidente ejecutivo de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down. Dictó clases de pregrado y postgrado en áreas de finanzas y banca en las principales Universidades del país.